Un estudio realizado por un grupo de investigadores del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (y recogido por la prestigiosa Journal of Clinical Medicine) ha desvelado que seguir una dieta mediterránea, rica en aceite de oliva virgen extra y suplementada con pistachos, durante el embarazo, repercute de forma positiva en la salud de los niños en sus dos primeros años de vida. Y no sólo eso, sino que, además, tiene efectos positivos en la propia gestante, puesto que contribuye a reducir la aparición de otros problemas comunes de este período, como la diabetes gestacional.
Un buen aliado durante el embarazo
El doctor Alfonso Calle Pascual, quien lidera esta investigación, nos explica que, hasta «hace unos seis años, las normas de alimentación durante la gestación se basaban, entre otros principios, en la reducción de grasa de todas las clases, incluyendo el aceite de oliva, con el objetivo de no ganar tanto peso».
Por ello, hicieron un estudio donde se incluyeron a 1.000 mujeres que se repartieron entre dos grupos uniformes de 500. Mientras que a uno se le mantenía un tratamiento nutricional que abogaba por una restricción de estos alimentos que contenían grasa saludable, al otro se le suplementaba específicamente con aceite de oliva virgen extra y pistachos.
Los resultados fueron, cuanto menos, reveladores con respecto al segundo grupo:
- Reducción de hasta en un 30% de posibilidades de aparición de diabetes gestacional.
- Aunque siempre se tuvo ese miedo de que el consumo de aceite de oliva hiciese a las gestantes ganar mucho peso, paradójicamente, lo que favorecía es que eligiesen alimentos más saludables. Como, por ejemplo, ensaladas, verduras y hortalizas rehogadas, que tienen muy baja densidad calórica. Por eso no se observó una ganancia de peso excesiva. «Incluso al contrario», comenta el médico, «ganaban menos peso».
- Menor riesgo de parto prematuro y cesáreas de emergencia.
- Menor probabilidad de recién nacidos grandes y pequeños para la edad gestacional.
Beneficioso también para los más pequeños
Sin embargo, además de los beneficios del aceite de oliva virgen extra en el embarazo y el posparto, el doctor Calle Pascual y su equipo descubrieron que este tipo de dieta también tenía un efecto en los pequeños hasta los 2 años de edad.
Explica que los dos grupos de niños «tuvieron el mismo período de lactancia materna exclusiva, llegaron a las guarderías en el mismo período, y su patrón de vacunación era idéntico. Podríamos decir que la única diferencia en su estado de salud radicaba en cuál había sido la alimentación de las madres durante el embarazo».
Los hijos de las madres que recibieron un suplemento de aceite de oliva virgen extra, presentaron:
- Una reducción en el 25% de los eventos que el grupo de médicos considera como ‘graves’, vinculados a bronquiolitis, asma, y otras enfermedades que requieren ingreso hospitalario.
- Menor incidencia de bronquiolitis, asma, dermatitis atópica y alergias alimentarias.
Es decir, que «lo que la madre come se traduce en salud para los niños, al menos durante esos dos primeros años de vida», comenta el doctor, quien afirma que continúan analizando a estos descendientes. «Esperamos encontrar una reducción más significativa en otros eventos cuando tengan la edad de cinco años, que es el siguiente punto que vamos a estudiar», añade.
¿Cuáles son las propiedades del aceite de oliva virgen extra?
Asegura que el doctor que el aceite de oliva virgen extra (no otro tipo de aceites) tiene una serie de componentes mínimos que son muy saludables, señalando dos en particular:
- Efectos antiinflamatorios. El aceite de oliva es rico en componentes fenólicos, antioxidantes naturales, sobre todo, el olecoanthal.
- Efectos de tolerancia inmunológica, que lo que hace que esos niños respondan mejor ante eventos alérgicos, inflamatorios o infecciosos.
Además de éstas, los expertos han señalado otras propiedades del aceite de oliva virgen extra, tales como:
- Ayudar a controlar la diabetes.
- Cuidado de la salud cariovascular, ya que contribuye a disminuir el colesterol total.
- Es anticoagulante. De hecho, los aceites de oliva vírgenes son el único alimento que puede estimular el sistema natural que disoluciona los coágulos de nuestro organismo.